El abordaje situacional surge en el año 2002, a partir de un análisis crítico a la atención de salud y en respuesta a la inequidad en el acceso a los programas de tratamiento y rehabilitación en poblaciones especialmente vulnerables, como son los adultos en situación de discapacidad física producto de una enfermedad crónica y progresiva.
A través de esta práctica se busca mejorar las condiciones de salud basándose en el contexto en que se desenvuelve el paciente. Donde las personas, familias y/o comunidad son los actores para lograr una transformación y de esa forma tener una mejor calidad de vida y un buen morir.
Es por este motivo que se crea una forma de atención a través del abordaje situacional, realizado por un grupo de personas que conforman un equipo que transita de lo interdisciplinario a lo transdiciplinario, basando su accionar en el Trabajo comunitario, en el cual existe una organización de los miembros, desde una perspectiva participativa.
Participación Colectiva
Este servicio rompe el paradigma de que la atención se centra en quien padece una enfermedad, sin considerar las condiciones sociales que interfieren en dicha situación de salud. En la consulta médica se busca abarcar la globalidad de la realidad de las personas con trastornos del movimiento.
Los principales beneficiados son los pacientes y sus familias que encuentran vivenciando una enfermedad de trastornos del movimiento, además de ser residentes de la región metropolitana, con escasas redes de apoyo, desconocimiento de la situación de salud que presenta y/o que el cuidador principal presente sobrecarga del cuidador.
Se espera el fortalecimiento de los individuos y grupos para que logren por si mismos generar y transformar estrategias necesarias que mejoren su calidad de vida y el acceso a bienes y/o servicios dentro de la sociedad a la que pertenecen.
Metodología
En sus años de ejecución, este programa ha contado con el apoyo de 26 profesionales, quienes han podido supervisar la realidad de más de 350 personas que han recurrido a nuestro centro.
Entre las principales actividades de apoyo destacan:
– Encuentro de familias
– Análisis de la práctica
– Conmemoración del día de los trastornos del movimiento
– Formación continua
Finalmente, en Cetram, las convicciones que guían esta metodología de trabajo son el respeto por derechos humanos y realidad social, autonomía de los individuos, reconocimiento de las experiencias personales. Además, de que las prácticas se basan en transdisciplinariedad, construcción colectiva, excelencia técnica y profesional.
Equipo
– Paola Reyes, coordinadora
– Carla Espinoza, fonoaudióloga
– Alejandra Ríos, terapeuta ocupacional
– Patricia Hernández, asistente de cuidados
– Patricio Bravo, capacitación y mantención en silla de ruedas
– Francesca Farías, trabajadora social